miércoles, 18 de abril de 2007

Auge de las series, caída del cine

El auge de las series es un reflejo de lo que viene ocurriendo en los EE.UU. desde la década de los setenta con series precursoras e innovadoras como "Cheers", "Luz de Luna", "Friends" o la más reciente "C.S.I.". Esto repercute en el cine de dos maneras: por un lado, le resta público y financiación; y, por otro lado, ante la imposibilidad de hacerles la competencia, las películas se transforman en un género espurio a mitad de camino entre una y otra. Sendos ejemplos de esta hibridación lo constituyen "El otro lado de la cama" y "Días de fútbol", ambas con guión de David Serrano, que es el autor de este vitando mestizaje. Que el cine se vea abocado a una realización deudora de las series televisivas es, sin duda, muy negativo desde el punto de vista de la calidad, y más aún cuando las series modelo son "Los Serrano" y "Aquí no hay quien viva", auténticos ‘blockbuster’ de la pantalla pequeña, pero cuyos guiones son mediocres y aun execrables a nivel ético. Buena culpa del estado de las cosas la tiene "7 Vidas", cuyo equipo de guionistas es considerado por muchos como la quintaesencia del ingenio, pero que a mi juicio sólo pergeña chistes fáciles y pretendidamente buidos. Si al menos se imitara a las series clásicas de los EE.UU., estas películas espurias serían un poco más dignas. En resumen, se puede decir que hemos asimilado mal la herencia norteamericana, transformándola en una materia corrompida. El capítulo interpretativo también encuentra eco en este fenómeno contemporáneo. Nos hemos acostumbrado a ver desfilar a los mismos actores tanto en el cine como en la televisión. Quizás el paradigma más representativo de esto sea Fernando Tejero, aunque hay otros actores como Carmen Machi que no le van a la zaga, y que a buen seguro no tardarán en dar el salto al cine. Su ubicuidad puede llegar a ser agobiante. ¿De verdad los actores curtidos en los platós de televisión son aptos para el cine? También cabe la pregunta inversa: ¿todos los actores que han trabajado en el cine pueden adaptarse al formato televisivo? En los EE.UU. estos flujos entre medios audiovisuales se suelen saldar en fracaso, como lo demuestra la escasa aceptación que el popular reparto de "Friends" ha encontrado en el cine.
Hay os lanzo las preguntas, espero vuestros comentarios con vuestra opinión al respecto.

martes, 10 de abril de 2007

Los débiles apoyos del cine español

¿Están las televisiones a favor del cine o en su contra?
Diego Galán en su columna cámara oculta
Todo esto viene a propósito de dos cosas. La pelea que tiene toda la industria cinematográfica de este país respecto a la tan discutida nueva ley del cine, y el hecho de que la industria americana ya está poniendo en marcha su aparato de marketing, vendiendo a bombo y platillo no sólo la película, sino también los propios trailers. Los ejemplos más recientes los encontramos con Piratas del Caribe, Ratatouille (aunque hay que reconocer que este trailer sí es muy bueno) y 300.
Pero volviendo a Diego Galán, me parece acertadísima su reflexión sobre estos dos hechos, que acaba con la pregunta que destacaba al inicio de la entrada.
“Mientras las cadenas de televisión retan con interrumpir la producción, y las salas cinematográficas, con deshacerse de la obligada exhibición de filmes europeos, el cine del imperio americano se frota las manos. Se está anunciando a bombo y platillo el estreno ¡de un tráiler!, el de Piratas del Caribe en el fin del mundo. Esta película no será estrenada en cines hasta finales de mayo, pero los hábiles vendedores de Hollywood han conseguido convertir en noticia su tráiler de promoción. Anuncian que será visto a la vez por 200 millones de espectadores de 31 lenguas distintas, en 62 países. Curiosamente, en España es una cadena de televisión la que presume de ofrecer la primicia de dicho tráiler, nada menos que en un telediario, la misma cadena que patrocina el cine español del Festival de Málaga. ¿Están las televisiones a favor del cine o en su contra?”
Porque, en este caso, lo de Antena 3, clama al cielo. Aunque ya sabemos el tipo de cine que defiende... ¡la del money! Y aquí hay un punto en el que el público se debería rebelar, ¿o es lo que verdaderamente reclama que le informen?